Europa lidera el uso de la energía biomasa para calefacción: ¿Cómo lo implementa Chile?

Cuando se habla de calefacción sustentable, Europa marca el paso. Desde hace años varios países del continente han apostado fuerte por la energía biomasa, especialmente el pellet de madera, como alternativa limpia al gas, la leña húmeda y el petróleo.

¿Cómo han logrado hacerlo funcionar? Y más importante aún, ¿cómo lo está aplicando Chile para enfrentar el frío sin contaminar?

Europa lidera el uso de la energía biomasa para calefacción: ¿Cómo lo implementa Chile?

¿Por qué Europa confía en la biomasa?

En 2023, según datos de Bioenergy Europe, la biomasa se consolidó como la fuente renovable más usada para calefacción en el continente, superando incluso a la solar y la eólica en este segmento específico.

Países como Austria, Finlandia, Suecia, Alemania y España han transformado completamente sus sistemas térmicos para operar con pellets, briquetas y astillas de madera.

  • Austria tiene más del 30% de los hogares utilizando pellets para calefacción doméstica. Gracias a un sistema robusto de incentivos, subsidios para equipos de calefacción a biomasa y una cultura de sostenibilidad muy arraigada, el país logró reducir drásticamente su dependencia de combustibles fósiles.
  • Finlandia, con su vasta cobertura forestal, aprovecha residuos de la industria maderera para producir pellets y astillas. Allí, más del 50% del consumo energético en calefacción proviene de biomasa, especialmente en redes distritales. El gobierno ha promovido activamente la inversión en plantas de calefacción urbana a gran escala basadas en energía biomasa, lo que permite calefaccionar barrios completos desde una única central eficiente.
  • Suecia va más allá, cerca del 65% de la energía usada para calefacción proviene de biomasa. El país ha eliminado virtualmente el uso de petróleo para calefacción residencial gracias a una política fiscal fuerte (impuestos al carbono), apoyo a la eficiencia energética y promoción de pellets como combustible limpio.
  • Alemania, un referente en transición energética, ha implementado estándares técnicos estrictos y subsidios masivos para incentivar el uso de calderas a pellet tanto en viviendas como en industrias. El país combina esta transición con campañas educativas y sellos de calidad obligatorios para los productores de pellet.
  • España ha experimentado un crecimiento sostenido en el uso de pellets, especialmente en regiones frías del norte. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) contempla a la biomasa como un pilar en la descarbonización del sector térmico. En zonas como Castilla y León, Galicia y Navarra, se han multiplicado los proyectos de calefacción comunitaria a biomasa y se subsidia la instalación de calderas para uso doméstico y municipal.

Qué hace posible esta transición en Europa

El migrar hacia la energía biomasa no solo reduce las emisiones de CO₂, también mejora la calidad del aire, reduce enfermedades respiratorias y genera empleo local en zonas forestales.

De manera que los gobiernos han puesto sus ojos en esta forma práctica y positiva de hacer a un país más sustentable, lo cual respaldan con:

  • Subsidios estatales para instalar estufas y calderas a pellet.
  • Normativas estrictas que prohíben el uso de leña húmeda.
  • Certificaciones de calidad obligatorias para el pellet.
  • Redes de calefacción centralizadas que funcionan con biomasa.
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Chile: Avances y desafíos

Chile no se ha quedado atrás, pero su proceso es más reciente y todavía enfrenta varios desafíos. El país tiene una situación seria de contaminación atmosférica en ciudades del sur, como Temuco, Osorno y Coyhaique, donde el uso de leña húmeda continúa siendo la principal fuente de calefacción residencial.

En respuesta, el Estado ha comenzado a implementar una serie de iniciativas que buscan replicar el modelo europeo de energía biomasa, adaptado a las realidades locales.

1. Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa

Lanzada en abril de 2024, esta estrategia promueve una transición energética justa, con énfasis en comunidades vulnerables. El plan reconoce que la calefacción sustentable no debe ser un privilegio, sino un derecho accesible para todos.

Dentro de este marco, el pellet de madera es uno de los combustibles limpios promovidos para reemplazar la leña tradicional.

2. Programas de recambio de calefactores

A través del Ministerio del Medio Ambiente, se han ejecutado programas de recambio de estufas a leña por estufas a pellet en zonas saturadas. A la fecha, más de 60.000 equipos han sido reemplazados desde 2017.

Estos programas incluyen subsidios que cubren parte importante del costo del equipo nuevo, lo que permite a muchas familias acceder a tecnologías más limpias que aprovechan la energía biomasa.

3. Subsidios a nivel regional y municipal

Además del apoyo estatal centralizado, algunos municipios y gobiernos regionales han desarrollado sus propios programas de incentivo. Por ejemplo, la Región de Los Ríos y la Región de La Araucanía ofrecen beneficios para quienes compren calefactores certificados que usen pellet como combustible.

4. Normativas y estándares de calidad

En Chile ya existe el «Sello de Calidad de Leña» y se está trabajando activamente en la certificación de pellets a través del Instituto Forestal (INFOR) y el Ministerio de Energía.

La idea es asegurar que los pellets comercializados cumplan con parámetros similares a los europeos: Bajo porcentaje de finos, alto poder calorífico, baja humedad y durabilidad mecánica, tal como el pellet premium de Podero. Esto es clave para garantizar el rendimiento térmico, cuidar los equipos y proteger al usuario final.

También existen normativas muy recientes y dirigidas a zonas puntuales, como el Decreto 8 de la Ley Chile, del Ministerio de Ambiente, que establece la actualización del plan de descontaminación atmosférica. Se plantean requerimientos técnicos e incluso fiscalización.

5. Fomento a la industria nacional del pellet

Para responder a la creciente demanda de esta energía biomasa, se están financiando plantas de producción de pellets en zonas con alto potencial forestal. Esto no solo genera empleos, también reduce la dependencia de importaciones y permite controlar mejor la calidad del producto.

Empresas como Podero son un ejemplo de cómo se puede producir pellet nacional con estándares técnicos verificados y compromiso ambiental.

6. Educación y cultura energética

Uno de los grandes desafíos es cambiar la mentalidad del consumidor. Muchas personas aún creen que la leña es más económica, sin considerar su bajo rendimiento y el daño que provoca.

Campañas como «Calefacción Limpia» o «Chile Sustentable» buscan informar a la ciudadanía sobre las ventajas del pellet y otros biocombustibles certificados.

En definitiva, Chile está avanzando en aspectos como el fortalecimiento de la infraestructura, mejora de los mecanismos de financiamiento y establecimiento de certificaciones obligatorias para todo el mercado.

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Experiencias exitosas en América con pellet de madera

Además de Chile, varios países de América también están adoptando el uso de pellets de madera como una alternativa limpia y eficiente para la calefacción. Tres casos destacados son:

1. Estados Unidos: Expansión del mercado

En Estados Unidos el uso de pellets de madera ha crecido significativamente, especialmente en regiones del noreste como Maine, Vermont y Nueva York. Empresas como Maine Energy Systems han promovido activamente la adopción de calderas y estufas a pellets.

Además, desde 2021, los consumidores pueden beneficiarse de un Crédito Fiscal a la Inversión del 26% para la compra e instalación de sistemas de calefacción a biomasa, lo que ha incentivado aún más su uso.

2. México: Diversificación del mercado

México ha demostrado un crecimiento sostenido en el uso de la energía biomasa. En 2023 el segmento de calefacción residencial representó el 77.78% de los ingresos del mercado de pellets en el país.

Empresas como Pellet México Bioenergía han promovido esta fuente energética limpia en hogares, el sector industrial y el turístico. Además, la iniciativa está asociada a proyectos sociales y ambientales, que impulsan el empleo y reducen el uso de combustibles contaminantes.

3. Argentina: Avances en calefacción sustentable

En Argentina el uso de pellets de madera ha ganado popularidad, especialmente en regiones como Misiones y Corrientes. Empresas locales han invertido en la producción de pellets y en la instalación de calderas de biomasa en hoteles, escuelas y hospitales.

Se estima que el uso de esta energía biomasa puede reducir los costos energéticos entre 30% y 40% en comparación con combustibles fósiles, además de generar empleo en zonas rurales.

Pellet de madera: Solución de impacto mundial

Chile está dando pasos firmes hacia una calefacción más sustentable, pero aún queda camino. El pellet de madera, si es de calidad y se implementa con una buena estrategia, puede ser una solución real para mitigar la contaminación y mejorar la calidad de vida de miles de familias.

En Podero estamos comprometidos con este cambio hacia la energía biomasa, por eso nuestro pellet es de la mejor calidad: Elevado poder calorífico, menos de 1% de cenizas, alta durabilidad mecánica. Eso significa que calienta de manera eficiente, protege el equipo y genera el menor impacto ambiental.

Aunque la leña húmeda ha sido la respuesta durante años, el pellet de madera ofrece una solución más limpia, estable y eficiente por ser compacto, fácil de transportar y generar muy pocos residuos.

Sus ventajas son tan amplias que se está implementando a nivel mundial. En Chile las políticas públicas al respecto también están en pleno desarrollo, solo faltas tú. ¿Te sumas al cambio?